sábado, 9 de mayo de 2009


El deporte se unió contra la discriminación.

La Leona Magdalena Aicega, el nadador Damián Blaum y el boxeador Jesús Cuellar, entre otros, se unieron a la iniciativa conjunta de la Secretaría de Deporte y el INADI para crear un foro contra la discriminación, la xenofobia y el racismo.
El deporte argentino le ganó por goleada a la discriminación, en el partido de fútbol que se realizó en el CENARD para oficializar el lanzamiento del foro impulsado por la Secretaría de Deporte y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Antes, se llevó a cabo la conferencia en la que se explicó que a partir de ahora, la Secretaría formará parte del consejo consultivo del INADI a través de un foro de deportes integrado por organizaciones deportivas, deportistas, ex deportistas y árbitros. "Nos sentimos honrados de ser anfitriones de este nuevo trabajo en conjunto de dos áreas nacionales", expresó el Subsecretario Rodríguez, durante la presentación. "Estamos convencidos de que el deporte es la mejor herramienta de inclusión social. Estamos en sintonía al mensaje del presidente de trabajar contra la discriminación y a favor de los derechos humanos. En esta gestión se incrementó en un 70 por ciento el apoyo a las federaciones de los deportes especiales. En lo personal, espero que ojalá algún día estas federaciones puedan estar unificadas con las de los deportes convencionales".
Se va a trabajar con la Secretaría en tres ejes principales: la inclusión social, la paridad entre los varones y las mujeres y posibilidad de acercar el deporte a la gente sin ningún tipo de distinciones, tanto en lo social como en el alto rendimiento. Tenemos el orgullo de trabajar en el área de Deportes como ya lo hicimos con el Ministerio de Trabajo, con el de Salud y con el de Educación".

El deporte toma la palabra.

Por los deportistas Siempre que podamos ayudar, aquí estaremos. Hay una gran responsabilidad a la hora de colaborar con todas las acciones que generen conciencia en la sociedad a través de nuestra actividad. Lo que se está haciendo hoy es un paso muy importante.
El partido se realizó en el estadio del CENARD, escenario que albergará al venidero Mundial de fútbol sala para ciegos a partir de mañana. Ahí, el marcador final fue sólo una anécdota y lo que importó fue otro resultado. "Como boxeador, varias veces me sentí discriminado -confesó Cuellar, quien viene de ganar una medalla dorada en los Juegos Odesur-, y sé que eso pasa con todos... Ojalá que esto sirva para revertir esa situación".
Juguemos a no discriminar.

Trabajemos para:
-Que el deporte sea un bien social y cultural y un derecho humano básico
-Lograr el acceso de todas y todos a la actividad física.
-Terminar con la violencia en los espectáculos deportivos.
-Implementar acciones afirmativas para mujeres, personas con discapacidad y de escasos recursos para acceder a todos los deportes, la alta competencia y la conducción de instituciones deportivas.

La UEFA y los clubes de toda Europa luchan contra el racismo y la discriminación. (...) Somos conscientes de que este tipo de fenómenos no desaparecerán en una sola noche, y que hay razones sociales e históricas para este fenómeno", reconoció este miércoles ante la prensa el portavoz de la UEFA, William Gaillard.
En todas las canchas de fútbol del mundo, semana a semana, lamentablemente se dan casos de discriminación. Muy pocos son los que se toman el “trabajo” de formular la denuncia correspondiente.
Con lo que se ha expuesto aquí es otro aspecto mas de la delicada situación que se produce entre el deporte y la discriminación son muchas las iniciativas que se intentan paliar este grave problema pero cada día vemos que no es suficiente puesto que las personas en el momento que entrar en un campo de fútbol y en cualquier estadio a contemplar un juego no solo se quedan hay van mas lejos desatan la ira y se convierten en verdaderos monstruos, y el problema cada vez se agrava mas no hace falta que se impongan multas el verdadero cambio debe de producirse en la calle, en las escuelas, en el hábitat de cada uno y es por eso que este problema no tiene fácil solución. Pero con ello no se debe de bajar los brazos y decir que la lucha porque es una verdadera lucha se ha perdido. Nada en absoluto hay que combatirlo desde la raíz en las escuelas con una buena educación.

Discriminación en equitación


El tradicional Club Hípico Argentino indemnizó a un jinete ciego al que discriminó negándole la posibilidad de practicar equitación en sus instalaciones. Así lo estableció un fallo de la Sala F de la Cámara Civil, que condenó a la institución a abonar a David Peralta la suma de 40 mil pesos más los intereses desde la fecha en que se produjo el acto discriminatorio, en octubre de 2004. La sentencia revocó un fallo de primera instancia y sentó un precedente muy importante en materia de discriminación por discapacidad.
Cuando hace nueve años la Comisión Directiva del Club Hípico Argentino le impidió practicar en sus instalaciones equitación y adiestramiento, David Peralta sintió una profunda indignación, ya que el ya había entrenado allí como parte de su preparación para los segundos Juegos Parapanamericanos en 2003, pero, cuando quiso retomar su actividad en 2004, si bien la entidad que lo aceptó como socio, adujo que no contaba con medios de seguridad adecuados para la práctica del deporte por parte de un no vidente y me impidió hacer uso de las pistas.
La Cámara Civil señaló que es un caso de discriminación porque la entidad no le permitió practicar equitación como socio, aunque meses antes sí pudo entrenar en las instalaciones del club.
El tribunal recordó que el país suscribió a la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad.
Hay que dar por cierto que cualquier jinete que se orienta y desea consagrarse a la práctica sistemática de la equitación en sus diversas disciplinas, ha de buscar en los clubes hípicos un ámbito de docencia natural, de esfuerzo, de exigencias, y también de contención individual y social. Pero a un jinete no vidente, no le ha de ser posible hallar ese ámbito. No, al menos en el Club Hípico Argentino, en el caso que nos ocupa, consistiendo en ello precisamente la discriminación‘, coincidieron los jueces.
Agregaron que se trata de un deporte que puede ser desarrollado, según sus reales posibilidades, por personas no videntes.
Manifestaron que la citada convención, incorporada a la Constitución Nacional, establece que los Estados deben adoptar las medidas de carácter legislativo, social, educativo laboral o de cualquier otra índole, necesarias para eliminar la discriminación contra las personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la sociedad.
Centrándonos en los discapacitados físicos, dado que éstos gozan de los mismos derechos y garantías que otorga la Carta Magna a todos los habitantes de la Nación, toda restricción fundada en la discapacidad sería discriminatoria, fundamentaron los jueces.
Analizaron que los discapacitados lucharon para ser evaluados por sus méritos personales, no por ideas estereotipadas, o sea prejuicios, acerca de las discapacidades; conseguir que la sociedad realice cambios y adaptaciones que les permitan participar con más facilidad en la vida de relación, empresarial y social (por ejemplo, facilitar el acceso con sillas de ruedas al transporte público, a edificios y a espectáculos) y, finalmente, poder integrarse con la población capacitada.
Realmente se trata de un caso que aunque parezca aislado ocurre en determinados, por no decir en todos los deportes en alguna ocasión, en este deporte resulta bastante anecdótico ya que la equitación es utilizada actualmente como terapia para personas con algún tipo de discapacidad tanto física como psíquica.

domingo, 3 de mayo de 2009

Tintes racistas

Los tintes racistas que aún hoy se dan en los deportes como retrato de los pensamientos de los que lo expresan, son innumerables por ello, a continuación se van a exponer algunos incidentes que se han dado en distintos deportes:

El incidente que terminó con Leandro Desábato detenido en Brasil bajo sospecha de agredir con insultos racistas a un rival no hace otra cosa que estirar un poco más el límite de una cuestión que preocupa desde hace tiempo al deporte mundial. El fútbol, tal vez potenciado por tener una difusión superior, entrega un capítulo diferente cada semana referido a hechos de discriminación en el campo de juego y, sobre todo, en las tribunas.
Pero pese a que sobran ejemplos de comportamientos xenófobos en otras disciplinas, es el fútbol el que más inquietud demuestra con las constantes actitudes discriminatorias y el que busca permanentemente frenar un fenómeno que tiene claras raíces en el resurgimiento de la ultraderecha en los principales países europeos.
Los fanáticos de Real Madrid y de Lazio aparecen como los abanderados del odio racista lanzado en forma de insulto o bandera contra jugadores e hinchas rivales, pero existen focos en la mayoría de los clubes del Viejo Continente. Hasta ahora, no alcanzó con las sanciones y las constantes multas aplicadas por las federaciones adheridas a la UEFA.
Un caso testigo en Italia resultó el de Favio Liverani, un defensor negro contratado por Lazio que recibió innumerables agresiones de los propios hinchas romanos: Liverani sucio negro, decían las pintadas cerca del Olímpico, junto a una cruz esvástica.
Hace un par de años, el que quedó en el centro de la polémica fue Luis Aragonés. El DT del seleccionado de España llamó “Negro de m...” al francés Thierry Henry, y más tarde empeoró su situación cuando justificó su actitud diciendo: “Sólo traté de motivar al gitano Reyes (jugador de su equipo) diciéndole que era mejor que el negro”.
Justamente Henry fue uno de los que encabezaron las manifestaciones antirracistas entre sus colegas. Entre sus formas de protestar el delantero de Arsenal impuso una pulsera blanca y negra que ahora es moda entre los futbolistas.
En nuestro país los antecedentes de incidentes racistas se prolongan a cuestiones de religión y de nacionalidades. En 2002, All Boys recibió una multa de 200 entradas por tres partidos después de que sus hinchas, en un encuentro con Atlanta, entonaran cantos ofensivos contra la comunidad judía acompañados por una bandera que decía: Yo nazi en Floresta. La misma sanción le cupo a Defensores de Belgrano, porque sus hinchas arrojaron jabones tras la salida al campo de juego del equipo de Villa Crespo.
Pero en el resto de los deportes también se conocen casos preocupantes. El rugby sudafricano, relegado durante décadas por la política del Apartheid, todavía lucha contra manifestaciones racistas: poco antes del Mundial de 2003, el segunda línea Geo Cronjé se negó a compartir la habitación con Quinton Davids, un compañero de raza negra.
El tenis también mostró lo suyo en los últimos tiempos. Martina Hingis fue criticada por algunas opiniones tildadas de racistas contra las hermanas Williams. Y el caso de Lleyton Hewitt, jugando contra el norteamericano James Blake, cuando el australiano le dijo al umpire: “Míralo (a Blake) y míralo a él (el juez de línea)”, insinuando que lo perjudicaba por tener el mismo color de piel que su rival.
En el caso contrario, por ser blancos también son frecuentes los incidentes en el baloncesto de EEUU por ejemplo, por ser minoría. Por ejemplo, quien soportó algunas insinuaciones en su paso por Seattle fue el pivot argentino Rubén Wolkowyski.