domingo, 3 de mayo de 2009

Tintes racistas

Los tintes racistas que aún hoy se dan en los deportes como retrato de los pensamientos de los que lo expresan, son innumerables por ello, a continuación se van a exponer algunos incidentes que se han dado en distintos deportes:

El incidente que terminó con Leandro Desábato detenido en Brasil bajo sospecha de agredir con insultos racistas a un rival no hace otra cosa que estirar un poco más el límite de una cuestión que preocupa desde hace tiempo al deporte mundial. El fútbol, tal vez potenciado por tener una difusión superior, entrega un capítulo diferente cada semana referido a hechos de discriminación en el campo de juego y, sobre todo, en las tribunas.
Pero pese a que sobran ejemplos de comportamientos xenófobos en otras disciplinas, es el fútbol el que más inquietud demuestra con las constantes actitudes discriminatorias y el que busca permanentemente frenar un fenómeno que tiene claras raíces en el resurgimiento de la ultraderecha en los principales países europeos.
Los fanáticos de Real Madrid y de Lazio aparecen como los abanderados del odio racista lanzado en forma de insulto o bandera contra jugadores e hinchas rivales, pero existen focos en la mayoría de los clubes del Viejo Continente. Hasta ahora, no alcanzó con las sanciones y las constantes multas aplicadas por las federaciones adheridas a la UEFA.
Un caso testigo en Italia resultó el de Favio Liverani, un defensor negro contratado por Lazio que recibió innumerables agresiones de los propios hinchas romanos: Liverani sucio negro, decían las pintadas cerca del Olímpico, junto a una cruz esvástica.
Hace un par de años, el que quedó en el centro de la polémica fue Luis Aragonés. El DT del seleccionado de España llamó “Negro de m...” al francés Thierry Henry, y más tarde empeoró su situación cuando justificó su actitud diciendo: “Sólo traté de motivar al gitano Reyes (jugador de su equipo) diciéndole que era mejor que el negro”.
Justamente Henry fue uno de los que encabezaron las manifestaciones antirracistas entre sus colegas. Entre sus formas de protestar el delantero de Arsenal impuso una pulsera blanca y negra que ahora es moda entre los futbolistas.
En nuestro país los antecedentes de incidentes racistas se prolongan a cuestiones de religión y de nacionalidades. En 2002, All Boys recibió una multa de 200 entradas por tres partidos después de que sus hinchas, en un encuentro con Atlanta, entonaran cantos ofensivos contra la comunidad judía acompañados por una bandera que decía: Yo nazi en Floresta. La misma sanción le cupo a Defensores de Belgrano, porque sus hinchas arrojaron jabones tras la salida al campo de juego del equipo de Villa Crespo.
Pero en el resto de los deportes también se conocen casos preocupantes. El rugby sudafricano, relegado durante décadas por la política del Apartheid, todavía lucha contra manifestaciones racistas: poco antes del Mundial de 2003, el segunda línea Geo Cronjé se negó a compartir la habitación con Quinton Davids, un compañero de raza negra.
El tenis también mostró lo suyo en los últimos tiempos. Martina Hingis fue criticada por algunas opiniones tildadas de racistas contra las hermanas Williams. Y el caso de Lleyton Hewitt, jugando contra el norteamericano James Blake, cuando el australiano le dijo al umpire: “Míralo (a Blake) y míralo a él (el juez de línea)”, insinuando que lo perjudicaba por tener el mismo color de piel que su rival.
En el caso contrario, por ser blancos también son frecuentes los incidentes en el baloncesto de EEUU por ejemplo, por ser minoría. Por ejemplo, quien soportó algunas insinuaciones en su paso por Seattle fue el pivot argentino Rubén Wolkowyski.

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